Los bateys

El día de hoy ha sido bastante tranquilo. Ha comenzado tan temprano como otros, pero, mientras las profesoras han ido a Santo Domingo para la segunda y última reunión en la Universidad, nosotros, los alumnos, hemos ido con Kiki a ver más Bateyes, concretamente para ver una de las casas que se ha construido financiada por NPH. También, en la camioneta, nuestros inseparables Tomás, Ramón y el pequeño Nico, y un recién incorporado (hace un par de días), Jorby. Allí, en los bateyes, los futuros arquitectos han medido y dibujado la casa, de cemento, para tener una idea más concreta de cómo poder ayudar. También, a la vuelta, hemos hecho dos paradas en un almacén de material de construcción y en una ferretería. De camino, hemos hecho una paradilla en la fábrica de puros. A eso de las 12h estábamos de vuelta a NPH para disfrutar de una de las últimas comidas con los niños. El cariño va creciendodía a día y cada vez el día de partida se acerca más y a todos nos pesa… Mañana nos vamos y dejamos detrás de nosotros un país increíble, un paraíso, un país necesitado y al que todos, en nuestro fuero interno, queremos volver para seguir aportando nuestro granito de arena… A las 19h de la tarde estábamos citados en casa de Kieren, el director, para una cena de despedida y, después, para terminar la velada, fuimos al Batey Monte Cristy para despedirnos de todos a ritmo de bachata, merengue y salsa.